lunes, 27 de septiembre de 2010

INTRODUCCIÓN AL «EMPIRISMO»

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El filósofo y doctor JOHN LOCKE (1632-1704) es el primer gran exponente de la “corriente filosófica” llamada “EMPIRISMO”, palabra que procede del griego “empeiría” que significa “experiencia”. Rechaza la postura del racionalista RENÉ DESCARTES (1596-1650), quien había dicho que el conocimiento se lleva a cabo a través de ciertas “ideas innatas”, “con las que nacemos” y que puso Dios en nuestra alma o mente, y a través de la “razón”, y pone en el centro del conocimiento la “experiencia de los sentidos externos” y no “lo que piensa la razón”. Para Locke los “objetos existentes fuera de la mente”, al ser percibidos, dejan en nosotros ciertas “impresiones”, de donde proceden las “ideas”, de modo que las ideas son una “abstracción del entendimiento” y no “algo existente” en nosotros antes de que “percibamos” las cosas; es decir, puestas en nosotros desde que venimos al mundo. Para Locke, en efecto, como para Aristóteles, nuestra mente viene al mundo como una “tabula rasa” (la expresión en latín quiere decir, como una “tablilla sin esculpir, sin tallar” –se refiere a las antiguas tablillas de piedra en donde se escribía), y los objetos que ingresan en “nosotros” a través de los sentidos “esculpen”, “tallan” sus impresiones.

Para GEORG BERKELEY (1685-1753), no es “las impresiones de los sentidos externos” lo que construye el verdadero conocimiento de las cosas sino que, a diferencia de Locke, la “experiencia subjetiva” hace a la “percepción” del objeto. El “ser”, “lo que existe” es “ser percibido”. La “experiencia” (emperiría) toma el papel principal y protagónico. Así, una cosa, “si es percibida” se puede decir que “tiene ser”, o sea, que existe”. Ya no es necesario “tomar contacto (físico) con las cosas”; porque las cosas, en efecto, pueden ser engañosas, no así las “percepciones”, por eso el “ser es percibido ser” (en latín: “esse est percipi”).

El escocés DAVID HUME (1711-1776), influenciado por Locke y Berkeley toma, del primero que (1) “conocemos a través de la experiencia que nos proporcionan los sentidos externos las cualidades de un objeto”, para el segundo, (2) “conocemos a través de la experiencia no sensible sino que está en nuestro entendimiento”; y así llega a la noción de “hábito” de “unir” “nociones” que están en el entendimiento pero cuyos fundamentos (“cosas”) están separadas en la realidad –lo que se ve con claridad en el ejemplo de la “causalidad” que es la “creencia” en que un “hecho” o “cosa” se sigue siempre de modo “necesario” de una “causa”; así todos cuando creen en la “causalidad” afirman la existencia de una “causa”, y toman a los “objetos” como “efectos”, con el fin de llegar a justificar a Dios mismo, la “Causa de las Causas”, quien tiene como “efecto” el Universo. Ésta es su teoría: la “imaginación” “une”, lo que, en la realidad, está desunido, por el “hábito” y “cree” (belief) que así son las cosas. En el fondo, Hume, quiere aniquilar toda posibilidad de “hacer metafísica”, es decir, de “filosofar” más allá de lo que se puede “percibir por la experiencia” y argumenta que el “discurso metafísico” es posible gracias a la noción de “causa y efecto”.-

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jueves, 19 de agosto de 2010

“DE LA SIMBOLIZACIÓN A LAS TABLAS DE VERDAD”

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Para leer al final de las páginas 51 a 58 (§ 1 al 5) del capítulo “LÓGICA PROPOSICIONAL” del NUEVO CURSO DE FILOSOFÍA Y LÓGICA del Prof. G. Obiols –Kapelusz, Bs.As., 1999.


Habíamos mencionado en la última clase el “proyecto” de la “Lógica Moderna” de “simbolizar” todas las expresiones del lenguaje común y pasarlo, traducirlo en “símbolos” a fin de evitar errores en las expresiones (confusiones, ambigüedades, vaguedades y otros “problemas” habituales). Habíamos hecho una primera y gran distinción entre la simbolización de las “expresiones proposicionales” (de las proposiciones, juicios u oraciones) y de los “nexos” que, eventualmente, “unen” a las diversas “proposiciones atómicas”, convirtiéndolas en “moleculares” o compuestas. Según lo visto, sabemos ya que son LOS NEXOS los que DETERMINAN EL TIPO Y NOMBRE DE LAS PROPOSICIONES COMPUESTAS. Así, nos encontramos con dos tipos de símbolos: VARIABLES y CONSTANTES. Las “variables” son aquellas “estructuras lógicas” cuya materia (contenido) puede variar –son las proposiciones–, y se simbolizan, según su orden de aparición en un discurso siguiendo el orden “abecedario” y con letras minúsculas (p, q, r, s, etcétera). Las “constantes” son los símbolos que “dicen siempre lo mismo y de modo inequívoco”: los nexos. Siempre un “nexo” conjuntivo, disyuntivo incluyente, disyuntivo excluyente, condicional o bicondicional, entre otros, se expresarán de la misma forma. Y a éstas formas se deben reducir las expresiones habituales del lenguaje común, a fin de hacerlo más “claro y preciso”. Las palabras del lenguaje “oral y vulgar”, para los lógicos modernos y analistas del lenguaje, son confusas (como ya pudimos ver al estudiar las “falacias”). Por eso, ahora, la Lógica tratará de llegar al conocimiento, a la verdad por un camino más exacto. EN ADELANTE, LA “LÓGICA MODERNA” DECIDIRÁ SI UNA EXPRESIÓN ES VERDADERA O FALSA SIGUIENDO UN MÉTODO DE “TIPO MATEMÁTICO”, llamado: Tablas de la Verdad. Este “método” mecánico, “ecuacional”, de estilo matemático, quiere mostrar y demostrar en qué casos una proposición (u expresión) es o puede ser verdadera o falsa. Para llevar a cabo esta tarea 1º simboliza la expresiones del lenguaje común (uniendo las proposiciones simbolizadas con “letras” entre los nexos de unión, que le dan el nombre a la proposición compuesta) y 2º las dispone en “tablas” (según sus posibilidades de ser, la primera verdadera, la segunda falsa y viceversa, hasta agotar todas las posibilidades; y determinar en qué casos puede ser verdadera y en qué caso falsa), a fin de que resulten evidentes los resultados. Para esto, se han elaborado algunas reglas básicas, que se deducen de todas las posibilidades de encuentro de los valores de las diversas proposiciones. De este modo, por ejemplo, diremos que una conjunción es verdadera será verdadera si sus dos proposiciones unidas por su nexo simbólico (“.”) son verdaderas, de lo contrario, será falsa –y así se podrá dilucidar el valor final de la estructura proposicional. El objetivo final es determinar si una proposición o estructura lógica es verdadera siempre, en todos los casos posibles de unión (en cuyo caso será una TAUTOLOGÍA), o falsa en todos los casos (en cuyo caso será una CONTRADICCIÓN) o verdadera y/o falsa, según sea “el modo, orden, de encuentro” entre las diversas proposiciones y según el caso (en cuyo caso será una CONTINGENCIA LÓGICA; es decir, una expresión que puede ser verdadera o falsa, y depende esto del modo de ubicar las proposiciones en el orden de una “ecuación lógica” o “discurso lógico simbólico”). En efecto, EL MÉTODO DE LAS “TABLAS DE LA VERDAD” ES EL MODO DE COMPROBAR DE MODO INMEDIATO, Y CASI DIRÍAMOS, SIN RAZONAR DEMASIADO, LA VERDAD O FALSEDAD DE LA ESTRUCTURA PROPOSICIONAL, sin importar su contenido, pues “lo que se represente” con los símbolos (de las VARIABLES) no modifica en nada su “valor”, pues éste se decide, por los nexos y no importa cuál será el objeto del pensamiento, sino su “valor práctico y demostrable”.


Prof. Pablo H. Bonafina (alumnos@filosofianueva.com.ar).-

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martes, 15 de junio de 2010

Elementos bibliográficos para IPC (PhB)


DE LA LÓGICA A LA FILOSOFÍA, Y VICEVERSA

http://bonafina.blogspot.com/2007/07/lgica-introduccin.html


NOTA SOBRE “SEMIOLOGÍA”
http://bonafina.blogspot.com/2009/04/semiologia.html


LA INFERENCIA Y SUS TIPOS

http://bonafina.blogspot.com/2009/04/elementos-de-logica.html


SILOGISMO CATEGÓRICO

http://es.wikipedia.org/wiki/Silogismo_categ%C3%B3rico


NOTA SOBRE EL “SILOGISMO CATEGÓRICO”

http://bonafina.blogspot.com/2009/05/logica-clasica.html


LÓGICA PROPOSICIONAL

http://es.wikipedia.org/wiki/L%C3%B3gica_proposicional


EPISTEMOLOGÍA

http://es.wikipedia.org/wiki/Epistemolog%C3%ADa#cite_note-0


domingo, 7 de marzo de 2010

«LA DEMOCRACIA»

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En el mundo contemporáneo existen una pluralidad de imágenes y usos para el concepto de democracia. En la mayoría de los casos la palabra "democracia" es usada como sinónimo de libertad, de igualdad, de gobierno de mayoría, de justicia social, de fraternidad, etc. Sin embargo, para algunas personas es símbolo de ineficacia, anarquía y de politiquería.

Lo cierto es que la democracia constituye un régimen político que implica no sólo una forma de gobierno y estructura económica social, sino también valores, actitudes y conductas democráticas. Además, es el sistema político usado en la mayor cantidad de países en el mundo.

El fundamento de la democracia es el reconocimiento de la dignidad de la persona humana. Las personas son libres y conscientes de su libertad, tienen la facultad de decidir y elegir.

La democracia es la forma de organización social y política que mejor garantiza el respeto, el ejercicio y promoción de los derechos humanos. La democracia, al igual que los hombres y las mujeres, es perfectible.

Desde el punto de vista político, la democracia es una forma de gobierno en que la propia sociedad, orienta y dirige el poder del Estado. Abraham Lincoln en 1863 la definió como "el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo".

El gobierno democrático parte del supuesto de que todos los miembros de la nación están llamados a intervenir en su dirección. Da la posibilidad de participar en el destino de la sociedad, para el interés común general.

La democracia como hecho histórico tiene su origen en el siglo V antes de Cristo, para designar la forma de organización política que adopta la polis de Atenas. Este régimen fue instaurado después de un largo proceso de reformas y cruentas revoluciones.

Etimológicamente, la palabra "democracia" se compone de dos palabras griegas: "demos", que significa pueblo, población, gente, y "kratos", que significa poder, superioridad, autoridad.


Características de la democracia

Es constitucionalista, pues sienta sus bases en una Carta Fundamental donde se establece la organización y atribuciones de los poderes públicos como también se reconocen y garantizan los derechos humanos.

• Establece el bien común como fin del Estado.
• Es el Gobierno de la mayoría con respeto a los derechos de las minorías.
• Permite el pluralismo ideológico y político.
• Incentiva las libertades políticas que rodean al proceso electoral
• Permite elecciones libres periódicas de los gobernantes según las normas preestablecidas, con sufragio universal, secreto, personal, igual y debidamente informado de los ciudadanos.
• Se da una competencia pacífica del poder. Se descarta todo tipo de violencia tanto física como verbal, al igual que el terrorismo.
• Se distribuye el Poder del Estado en órganos diferentes, para evitar el abuso de uno de ellos a través del control de los otros.
• Se reconoce la autonomía de los cuerpos intermedios de la sociedad para que los ciudadanos satisfagan diversas necesidades.
• Permite la vigencia efectiva de un estado de derecho.


Atributos de la democracia

Los atributos se refieren a los valores, principios y reglas que todo régimen democrático ha de tener.

I) Valores democráticos

La dignidad de la persona: Reconocimiento y valoración integral de todos los individuos por el hecho de ser persona humana. Todos, sean de distinto sexo, edad, etnia, condición socioeconómica y cultural, tienen una misma dignidad inalienable.

La libertad: Es una característica de toda persona humana que la trae consigo al momento de nacer. Ella le permite optar o elegir, tomar decisiones, definir su vida personal y social. La libertad es inherente a nosotros mismos.

La igualdad: Es un valor que reconocemos a todas las personas humanas por igual. Todos nacemos iguales en derechos y dignidad.


II) Principios esenciales de la democracia

Respeto, promoción y garantía de los derechos humanos: El Estado está obligado al respeto de los derechos de las personas, a promoverlos y garantizarlos a través de normas jurídicas y mecanismos eficaces ante un Poder Judicial independiente. Los ciudadanos tienen, por su parte, la responsabilidad de valorar, respetar y promover los derechos de sus semejantes en el medio social que se desarrollan.

La autodeterminación del pueblo o la Soberanía popular: Constituye el reconocimiento efectivo de que el pueblo, es decir, el conjunto de ciudadanos-electores a través del sufragio universal, tiene la capacidad y el poder de elegir el tipo de gobierno que estime conveniente con total independencia y libertad. El pueblo es la fuente donde nace y se origina el poder del Estado, quien lo delega en autoridades o gobiernos. Ninguna persona o grupo tiene el derecho de imponer sin el consentimiento del pueblo una determinada forma de organización política.


III) Reglas democráticas

• Gobierno de la mayoría con respeto a los derechos de las minorías.
• Pluralismo político e ideológico.
• Búsqueda de solución pacífica a los problemas.
• Elección periódica y libre de los gobernantes.
• Existencia de un estado de derecho.
• Respeto por la autonomía de los cuerpos intermedios.


Atributos variables de la democracia

Los atributos variables se refieren a características cuya intensidad, frecuencia o grados pueden variar o no ser similares entre regímenes democráticos.

• Intensidad y frecuencia de la participación ciudadana.
• La mayor o menor fidelidad con que el sistema de elecciones de las autoridades refleje y represente la voluntad ciudadana.
• Mecanismos que garanticen los derechos humanos.
• La existencia de estructuras organizativas que favorezcan el acceso del mayor número posible de ciudadanos a los cargos de responsabilidad.
• La posibilidad de controlar las tareas de las autoridades electas y la posibilidad de hacerlas dimitir en el momento que no desempeñen correctamente sus cargos.
• Posibilidad real de participación política de la oposición.-


BIBLIOTECA DEL CONGRESO NACIONAL DE CHILE
http://www.bcn.cl/ecivica/democracia
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miércoles, 27 de enero de 2010

Acerca de la «ESENCIA Y EXISTENCIA»

A propósito del EXISTENCIALISMO ES UN HUMANISMO

de J.-P. Sartre


En la metafísica clásica nos encontramos con [1] quienes afirman la “unidad de principios ontológicos” en el “ente real existente” y, junto con esto, la coexistencia simultánea, desde la generación hasta la corrupción del ente, de la esencia y la existencia; y, por otro lado, [2] con quienes consideran a esta misma esencia poseyendo solo una potencialidad absoluta, que se actualiza sólo en el ente real existente, manteniendo su actualidad sólo en la definición conceptual. Pero existe una tercera consideración metafísica, no clásica, seguida por algunos autores. [3] Éstos pretenden entificar a la esencia, declarándola “preexistiendo en acto” y precediendo a la mismísima existencia. Éstos últimos, afectados por la teoría de las “entidades ideales” (las ideas ejemplares de origen platónico), sostienen la existencia de entes sin materialidad, sin lo que se denomina “existencia real”. Detrás de quienes tal doctrina sostienen, subyace la creencia creacionista judeo-cristiana según la cuál preexisten en la mente del Dios creador las “ideas ejemplares” de lo que luego plasmará en la historia. En algunos filósofos y algunas metafísicas, esta fue la conclusión: la esencia es una suerte de ente sin existencia, pero que existe, auténtica y virtualmente, en la Mente Divina, y que luego, por su voluntad creadora, adquiere existencia real. Con esto, asistimos a una inversión de los principios metafísicos clásicos: la esencia precede a la existencia, y ésta está determinada por aquella, puesto que Dios ya le ha impuesto sus determinaciones.


El existencialismo moderno concibe, a partir de aquello en lo que devino la existencia, el proyecto de aniquilar a cualquier metafísica perteneciente a ésta tercera forma. Declara a la segunda forma originadora de la tercera, por admitir acto en lo que sólo es una entidad potencial. E intenta ir más allá de la tradicional consideración primera, en la que coexistían, desde siempre, existencia y esencia, en el único ser material existente o ente. Y así llegamos a la declaración existencialista de que “la existencia precede a la esencia”, y de que ésta no es nada. En efecto, el determinismo metafísico al que se había abordado requería un poner de nuevo en consideración no sólo el dinamismo del ser sino también, en lo que refería a la naturaleza humana misma, la libertad humana, a fin de hacer de nuevo al hombre protagonista de su propia existencia. En efecto, en un Universo preexistente en la Mente de Dios (o un Cielo inteligible) no hay lugar para la espontaneidad, ni para la libertad y la contingencia humana. Por eso, el existencialismo consideró que era necesario demoler de modo definitivo este determinismo, para lo cuál comenzó adhiriendo a la moderna declaración de la muerte de Dios: el creador de las esencias.


Para los existencialistas, de la afirmación de las esencias los metafísicos pasaron de modo ilegítimo a afirmar la existencia de una naturaleza fija y determinada del hombre, y de valores absolutos por los que ésta debía regirse, quedando así la naturaleza del hombre bajo el dominio del paradigma divino que todos los existentes concretos debían realizar, pues, según se creía, para ello habían sido hechos: para reproducir paradigmas o, dicho en lenguaje metafísico, para desplegar en la existencia la virtualidad de la esencia o naturaleza, otro concepto originariamente dinámico que la metafísica degeneró y cosificó, como hizo, por otra parte, con todas las realidades.-