lunes, 16 de julio de 2007


INTRODUCCIÓN A LA LÓGICA

§ 1. LÓGICA Y FILOSOFÍA
“Si no hubiese sido por la Lógica
la Filosofía nunca hubiese gozado
ni de respeto ni de consideración”


§ 1.1. El nacimiento informal de la Filosofía se produjo cuando la naturaleza humana inteligente se preguntó (movida por el asombro y el encantamiento propio de quien quiere saber y puede buscar, y luego esbozar, una respuesta) por algún qué o cuál, por qué o para qué. Pero su nacimiento formal surgió, en cambio, con los primeros grandes maestros de las primeras respuestas. En efecto, fue con (estas mismas) respuestas que la Filosofía se fue constituyendo en ciencia (y engendradora de nuevas preguntas) hasta convertirse en una de las más antiguas e importantes invenciones del hombre, colaboradora indispensable de su progreso y de la formación de su civilización.

§ 1.2. Casi simultáneamente con este gran “descubrimiento”, desde el principio, se ha desarrollado otra disciplina que se conoció con el nombre de Analítica, y que más tarde, al convertirse en ciencia formal, recibió el nombre de Lógica. Fue ésta, en el comienzo, una disciplina propedéutica de aquélla y a aquélla subordinada. En efecto, al principio, la Lógica fue una suerte de introducción pedagógica a la Filosofía. Y es que la Filosofía, que es una ciencia donde se exponen pensamientos y reflexiones sobre distintas cuestiones, necesitó muy pronto de una disciplina que colaborara con ella en la expresión de sus conclusiones y argumentaciones. Y del análisis de los contenidos (pensamientos) filosóficos, llegó la Lógica a acometer un análisis de las mismas estructuras internas del pensamiento en sí. Pues, la Filosofía no sólo es una ciencia que “dice cosas” sino que “intenta decir coherentemente acerca de las cosas”, con ese rigor particular que la caracteriza, pues, ella misma, es una ciencia analítica y deductiva, cuya formalización se dio de la mano de la Lógica.

§ 1.3. Aunque muchos autores modernos hayan criticado a la Filosofía en nombre de la Lógica, o viceversa, la historia nos muestra que han ido creciendo juntas. Es cosa sabida que, los lógicos más representativos, hasta la modernidad, han sido filósofos –aunque es verdad que muchos filósofos son muy poco lógicos, y deberían serlo más. Quizás con esto se entienda el proyecto de algunos modernos de apartar a la Lógica de la Filosofía edificando algo así como una Lógica Matemática, más matemática que Lógica. Quien reconoce un valor a la Lógica moderna, automáticamente, separa a la Lógica en sí de la Filosofía y de la Lógica Filosófica, a la que se llama, frente a la nueva, Clásica, por no decir vieja inútil.

§ 1.4. La Filosofía no hubiese podido llegar a ser nunca una ciencia, en sentido estricto, si no hubiera contado con el auxilio de la Lógica. Lo que hace diferenciar a un pensamiento filosófico de una opinión, u otro tipo de pensamiento, es el carácter lógico del mismo. La Filosofía es la ciencia que busca las razones y las causas esenciales de todas las cosas, y no hubiese podido llegar nunca a realizar su función si no hubiese tenido a una educadora en sus modales (reflexivos) tan particular y eficiente como ha sido la Analítica.

§ 1.5. Por otra parte, muchos se olvidan hoy que la Filosofía fue una de las primeras ciencias empíricas, experimentales. La Lógica, una vez sistematizada, por su parte, ha reflexionado acerca de sí misma, y de las formas concretas en que ella ha ido expresando la realidad a lo largo de la historia, y le ha impuesto sus límites ante consumados o eventuales excesos. Una conclusión fundamental que alcanzó fue que las expresiones de las cosas no se identifican exactamente con las cosas mismas, de ahí que sea necesario, tomar conciencia del límite del lenguaje y de los errores en los que se puede incurrir. Hay dos tipos de errores: de comprensión y de expresión. A los que algunos o ambos errores cometen, la Lógica les convida sus herramientas para que adecuen mejor sus sentidos, percepciones, entendimiento y palabras a la realidad que investigan y puedan expresarla de modo cada vez más auténtico.

§ 1.6. Y la Filosofía, después de un largo observar, incluso de reiteradas equivocaciones suyas, le dice a la Lógica que las explicaciones de las cosas son más bien provisorias que definitivas, y el lenguaje es un elemento esencial de la cultura, y que la cultura es una realidad dinámica que, si bien mantiene con vida en su seno tradiciones y valores, los expresa de muy diversos modos. Y que los modos (lógicos) mismos pueden, y deben, modificarse, aggiornándose, si se modifica su misma materia.

§ 1.7. Las palabras, muchas veces, resultan insuficientes, y la Filosofía no se puede permitir llevar una existencia dogmática, y mucho menos la Lógica, que debe evolucionar al compás de la cultura vigente a fin de no aplicar a las nuevas situaciones surgentes esquemas mentales (neurolingüísticos, si se me permite la expresión) que ya no tienen sustento en la praxis cotidiana. Muchas estructuras de pensamiento ya dejaron de existir, y no tiene sentido seguir forjando en las mentes esquemas obsoletos. Por eso, es preciso mantener vivo lo que sobrevivió al crisol de los tiempos, y tomar de ello lo necesario para la formación del propio recipiente del pensamiento, que es la mente, transmitiéndolo a lo que nos siguen en la maravillosa, y siempre novedosa, tarea de reprensar todas las cosas.

§ 1.8. La Lógica y la Filosofía se presentan inseparables, y no sería exageración afirmar que una existe por la otra y para la otra. Es un extraordinario círculo de cooperación científico. La Lógica no le permite a la Filosofía que deje de ser una ciencia y se vulgarice. Y la Filosofía le convida a la Lógica la “materia” para que investigue con sus esquemas analíticos. Por eso, una Lógica sin Filosofía, queda como una auxiliar de la Matemática, pero sin fundamento discursivo, incapaz de formular teoremas y principios. Y una Filosofía sin Lógica queda como una fuente (o conjunto) de palabras sin autoridad científica, cuando no sin sentido.


§ 2. NUESTRO PUNTO DE PARTIDA

§ 2.1. El entendimiento, la razón, la mente o la inteligencia realizan ciertas operaciones que le son propias (a los seres humanos). Generalmente se dan de modo automático e inmediato, pero pueden distinguirse y podemos conocerlas con un poco de mayor precisión. Son, básicamente, tres: la simple aprehensión, el juicio y el razonamiento, sucesivamente.

§ 2.2. Con las percepciones (aprehensiones) que conquista nuestro entendimiento de los objetos de la realidad se van formando ciertas imágenes de ellos. Las imágenes intelectuales desprovistas de concreciones particulares son las ideas o conceptos (universales). Con ellos podemos construir oraciones, juicios, estructuras en las que afirmamos o negamos diferentes cosas. Cuando estos juicios se encadenan con cierto sentido nos encontramos con un razonamiento, una estructura que construye el entendimiento sirviéndose de los juicios que se han construidos a través de las aprehensiones que se adquirieron en la experiencia. Por eso están tan vinculados la experiencia y el pensamiento, pues la materia del pensamiento puede proceder de la realidad exterior o puede ser una construcción mental a partir de algunas ideas que sí hayan surgido de aquella.

§ 2.3. El estudio de la lógica será abordado en este Curso desde esta triple perspectiva que nos brindan las operaciones del entendimiento. Y, a propósito de ellas, iremos incorporando algunos otros temas que resultarán convenientes para aprender a analizar las estructuras fundamentales del pensamiento, su formación y posible y habitual deformación.

§ 2.4. Uno no comprende cuál es el sentido de la Lógica hasta que no termina de estudiarla y se descubre usándola, bien o mal. La Lógica es una ciencia o disciplina práctica, muy distinta de lo que muchos creen, y necesaria para entender cómo pensamos y cómo piensan los demás. Los antiguos la consideraban el arte destinado a alcanzar la verdad con orden, facilidad y sin error. Algunos modernos la creen una fuente de falacias. Nosotros, simplemente, un instrumento que puede ser bien o mal usado. Pero aquí nos limitaremos, sencillamente, a presentar algunos temas lógicos, a manera de presupuestos y a fin de incrementar nuestro vocabulario y universo conceptual.

§ 2.5. Hoy, cuando la misma noción de verdad está en crisis –pues los autores han comenzado dinamitando los cimientos de la Lógica misma para terminar admitiendo cualquier antojo mental afirmando que entre el lenguaje y la realidad no puede existir una relación auténtica– es difícil procurar adquirir el hábito lógico, pues nuestra disciplina se presenta, toda ella, como un gran antivalor para este mundo ilógico, impulsivo, irreflexivo y superficial. No obstante, resistiremos y brindaremos algunos de los elementos que están a nuestro alcance para que cada uno tenga el derecho a iniciar su propia búsqueda.


§ 3. PRIMEROS PRINCIPIOS LÓGICOS

§ 3.1. Cada ciencia y disciplina tiene sus puntos de partida (tanto terminológicos como argumentativos), sus fundamentos sobre el cuales va a edificar su saber, la lógica también tiene los suyos: los primeros principios lógicos del entendimiento o de la razón. Estos principios son simplísimos, evidentes, universales y necesarios (se dan en todos los casos, y son irrefutables). Los autores clásicos los resumieron en cuatro: 1) el principio de identidad, 2) el de contradicción, 3) el de tercero excluido y 4) el de razón suficiente.

1) Toda cosa es idéntica a sí misma y diferente a otra. Supongamos que hay un término al que denominamos con la letra “A”. La lógica dirá respecto de él: “A es idéntica a A, y diferente de todo lo que no sea A”. Con esto se pretende afirmar que una cosa (que se expresa en una oración o proposición lógica) es una cosa y no otra.

2) Una cosa no puede ser lo que es y ser otra cosa en el mismo tiempo y espacio, y en una misma forma. Así, todo juicio lógico, por ejemplo, se propone plantear algo que es de un modo y no de otro modo. Al afirmar algo ponemos en “contradicción” al sujeto de la afirmación con todo lo demás que ese término no es. Así “A es A y no B (al mismo tiempo y de la misma forma que A)” –de lo contrario, sería una contradicción lógica.

3) Una proposición lógica categórica afirma que algo es o que no es, y descarta una tercera posibilidad. En lógica algo es o no es, no puede ser y no ser al mismo tiempo de modo permanente. Notemos que éste principio no excluye grados en el modo de ser sino en el ser mismo de lo que pueda ser objeto de una proposición lógica.

4) Todo tiene una razón de ser, podrá conocerse o ignorarse pero existe. Por más que exista una cadena de causas hay una que es la primera, y esa primera la desencadenante, generadora, de un acontecimiento o de un objeto, y que explica suficientemente un efecto, es decir, un fenómeno, cualquiera sea.

La primera intención de la lógica es clarificar nuestros conceptos fundamentales a fin de no incurrir en confusiones o ambigüedades graves. En este sentido se aproxima a una ciencia exacta, pero del lenguaje. Sabe la lógica que la realidad es amplia y compleja, pero necesita de algunos principios firmes a partir de los cuales poder reflexionar. Si todo puede ser de cualquier manera y ser expresado de cualquier modo será imposible expresar algo con sentido (al menos con un sentido claro y permanente).

§ 3.2. La lógica se encarga del estudio y reflexión del lenguaje (y de todos los términos) y del pensamiento (en griego: lógos). Su propuesta primordial es la de realizar un análisis de las ideas (conceptos), de los juicios (oraciones o proposiciones) y de los razonamientos (que constituyen los razonamientos) a fin de ayudar a expresar al hombre con una mayor precisión, no dejándose engañar por el lenguaje mismo y clarificando y distinguiendo aquellos elementos mentales o racionales que se presenten complejos, que pueden hasta llegar a confundir las cosas más sencillas e impedir una adecuada comunicación.-

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